La iniciativa AgriCOOPDS cuenta con un componente importante que se dirige a mujeres y jóvenes, agricultores y agricultoras familiares afiliadas a sindicatos u organizaciones agrarias de los 5 continentes.

OBJETIVO: lograr que más personas jóvenes y mujeres se incorporen como socios y socias a las cooperativas existentes en su región, lo que fortalecería las propias cooperativas y contribuiría a mejorar la calidad de vida de jóvenes y mujeres de la agricultura familiar.

La promoción del papel de la juventud en el ámbito rural y de la agricultura familiar

El papel que pueden desempeñar las personas jóvenes en la nueva agenda de desarrollo sostenible y la necesidad de lograr su implicación activa resulta de fundamental importancia. Sin embargo, existen fuertes barreras que lo dificultan, tales como:

  • El elevado índice de desempleo juvenil y las dificultades de acceder a un empleo estable y digno (OIT, 2016-2017).
  • El envejecimiento y escaso relevo generacional del sector agrario.
  • El contexto de abandono y desprotección del medio rural en un alto número de países del mundo (en cuanto niveles de acceso a la educación, salud, infraestructuras, servicios, e ingresos).
  • La migración rural, junto a los procesos de desarraigo y desestructuración familiar y social.

Esto hace necesario un abordaje conjunto e integral de los principales retos del mundo rural, desde la necesidad de visibilizar y poner en valor las distintas actividades agrícolas, la contribución a la construcción de un desarrollo sostenible y la necesidad de fomentar políticas que favorezcan la inserción y el arraigo de la juventud en zonas rurales.

Jóvenes y cooperativismo

Teniendo en cuenta estas consideraciones, las cooperativas agrícolas han demostrado ser un mecanismo eficaz para atraer a las personas jóvenes a la agricultura (Jóvenes: el futuro de las cooperativas agrícolas. FAO, 2011). A través de las actividades en las explotaciones agrícolas y las vinculadas a éstas, se aumentan las oportunidades de empleo juvenil. Las cooperativas proveen servicios a sus miembros como el acceso a mercados y créditos, y conocimientos, entre otros. Además, fomenta otro tipo de capacidades personales como la seguridad en sí mismo, el espíritu empresarial y el trabajo cooperativo.

Así mismo, las cooperativas pueden fomentar la participación política de jóvenes agricultores y agricultoras y aumentar sus posibilidades de incidencia en las políticas públicas relacionadas con la agricultura familiar. La juventud facilita el relevo generacional en las cooperativas incluyendo un enfoque más innovador, puesto que están más dispuestos a trabajar con nuevas tecnologías y suelen contar con mayores niveles educativos que los agricultores de mayor edad (FAO, 2011).